Cada mes, cuando Paty (del blog Mi dulce de Melocotón) nos propone el tema, me prometo sacar tiempo para ir a la "caza" de unas pocas fotos, que además es uno de mis hobbies preferidos, aunque también uno de los más abandonados.
Este mes se me ha vuelto a ir el santo al cielo, pero quería participar aunque fuese de forma modesta, así que aquí os enseño un trocito muy pequeñito de Sevilla desde el tema propuesto para este mes: FUENTES.
Cuando llega el verano a la ciudad, podemos modificar el dicho para afirmar que "el agua en Sevilla es una maravilla", porque los 40 grados a la sombra se quedan cortos y no hay nada mejor que buscar el fresco de los parques y las fuentes para hacer algo más llevadero el clima.
Sevilla está llena de fuentes, debido a su pasado árabe, quienes consideraban que los tres sonidos más hermosos en la vida eran: el del agua al caer, el tintineo de las monedas de oro y la voz de la mujer amada.
Por eso vemos fuentes por muchas plazas, parques o incluso en los patios privados de las casas.
Lo que os quería mostrar, más que las fuentes en sí, es el doble uso que adquieren en Sevilla, donde van más allá de lo ornamental para convertirse en un oasis de frescor...y diversión.
Si os apetece seguir viajando por las fuentes de otras ciudades, podéis hacerlo desde los enlaces que aparecen al final del post de Paty.
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